El cáncer de próstata está calificado como uno de los tipos de cáncer que se pueden descubrir en una etapa temprana. Pero ahora, con un innovador método utilizado en Cleveland Clinic, también hay mejores formas de tratar cualquier posibilidad de metástasis o recurrencia de este flagelo.
Los métodos de diagnóstico por imágenes convencionales que en general se utilizan para tratar a pacientes con cáncer de próstata, como la tomografía computarizada, la resonancia magnética y la gammagrafía ósea, tienen limitaciones en lo que respecta a la detección de enfermedades.
Si en la sangre de un paciente se detectaba un aumento de la substancia PSA (antígeno específico de la próstata relacionado con cáncer), se le hacía una tomografía computarizada y una gammagrafía ósea. A menudo, no era posible ver nada obvio, y si se veía, el cáncer estaba ya muy extendido en el cuerpo.
El método de la tomografía por emisión de positrones (PT) realizado con una proteína llamada PSMA (que en altos niveles se relaciona con células de cáncer de próstata) tiene una mayor sensibilidad, en comparación con las imágenes que tradicionalmente se utilizaban, por lo que puede detectar la posibilidad de metástasis. Los resultados permiten que los especialistas puedan acelerar las decisiones de tratamiento y atender mejor a los pacientes.
La exploración PET con PSMA que ya fue aprobada por la FDA, hace posible ver un volumen más pequeño de células, lo que permite a los oncólogos una mejor visión de la enfermedad y determinar el enfoque más adecuado para el tratamiento, con base en la mayor exactitud de la
localización del tumor, la definición de la etapa del cáncer y la detección de su recurrencia. Su uso representa un histórico beneficio para pacientes con sospecha de recurrencia y metástasis del cáncer de próstata.
Expectativas de vida
Alrededor de uno de cada ocho hombres en EE.UU. será diagnosticado con cáncer de próstata en el transcurso de su vida, según la American Cancer Society.
El Dr. Alberto Pieretti, urólogo de Cleveland Clinic Weston, comentó que “el cáncer de próstata es el segundo cáncer más frecuente en hombres después del cáncer de piel. En general, se sugiere recomendar al paciente las pruebas de detección cuando estos tienen entre 55 y 70 años.
Mientras que en pacientes que presentan factores de riesgo, se recomienda realizarlas a partir de los 40 años”.
Disfunción eréctil
Sobre la posible relación entre el cáncer de próstata y la disfunción eréctil, Pieretti admitió que “en pacientes con cáncer de próstata el tratamiento puedo generar disfunción eréctil temporal o definitiva. Hay muchos factores que pueden afectar esto, incluyendo qué tan avanzando este
localmente el cáncer y la experiencia que tenga el cirujano para poder preservar los nervios”.
“Sin embargo, no tratar el cáncer por miedo a la disfunción eréctil puede generar síntomas locales y sistemáticos que tienen consecuencias mayores, tanto en la calidad de vida como en la expectativa de vida, en comparación con la probabilidad de una disfunción eréctil. Cuando hablamos de disfunción eréctil, nos referimos a erecciones espontáneas. En la actualidad tenemos tratamientos que le permiten al paciente permanecer sexualmente activo”, agregó Pieretti.
Aunque el cáncer de próstata no es prevenible, una investigación temprana está asociada a una mayor expectativa de vida, con mejores resultados, tanto funcionales como oncológicos. “En pacientes con cáncer de próstata localizado, la expectativa de vida es excelente, mientras que, en
un estadio avanzado, los resultados dependen de muchos factores. Pero ahora se cuenta con una cantidad de tratamientos que nos permiten mejorar la expectativa de vida de forma significativa, incluso en estos casos”, dijo Pieretti.